viernes, 7 de diciembre de 2018

MÁLAGA


 Un trovador... Haciendo sonar las notas en su guitarra cansada... de cuerdas vagas. Un hombre errante, que a pesar de ser gran músico, ha sido... es, cualquier cosa, menos una gran estrella.


Las palmeras.... bailando al son de la música emitida por las cuerdas errantes de aquella guitarra española que hoy acariciaba aquel músico. Y de fondo ese barco, imitando a los navíos piratas ya extintos...  cargado de magia, que atravesaba la mar tranquila, como una brizna de paja en un plato de aceite... deslizándose grácilmente por las apacibles aguas de nuestro entrañable muelle Esto es Málaga Quien la conozca que la compre, y seguro que el que la conoce la compra.

Luego sus olores Hasta el rocío de los cálidos atardeceres huele a jazmines Y el comienzo de la noche a espetos y marisma. Es por todo ello que quien viene la hace suya La hace su Málaga y nunca más la puede olvidar. El que estuvo aquí y tiene que partir, lo hace con el corazón llorando a lágrimas vivas, y la lleva por siempre alojada en su alma.

También están sus gentes que siempre te hablan de tú por mayor que seas o por respeto que inspires. Pero son tan generosos que nada más conocerte, te hacen su amigo y si te entregas algo, te convierten en su hermano de por vida.

Por ello los malagueños nos sentimos orgullosos de nuestra Málaga. Y a veces, cuando quien no la conoce la critica, lo miramos por encima del hombro y pensamos: Este malange no sospecha lo cerquita que estamos del cielo los malagueños .

sábado, 19 de mayo de 2018

La casa de un hombre humilde


Nunca me gustó la política, y mucho menos posicionarme por ninguna ideología. Cuando más joven pensé que mi criterio no estaba suficientemente maduro como para entender qué andaban buscando los líderes de la política de entonces, y ahora que los años me han hecho madurar en todos los aspectos, me doy cuenta que si alguna vez existieron políticos de raza eran aquellos... los de antaño. Es por ello que sigue sin gustarme la política.
Pero si hay algo que me gusta menos que la política son los caraduras… y a éstos, aunque trates de obviarlos no tienes más remedio que sufrirlos… porque salen por todos lados… porque sus actos son noticia, quizá con demasiada frecuencia.
Cuando conocí de la existencia de aquel líder de un partido nuevo cuyas siglas se me antojaban un sinónimo de esperanza, sin saber nada de él ni de cuál era la ideología que defendía, no se me rebeló como un individuo antipático, sino como una figura que podía refrescar un mundo tan marchito y ajado como era entonces el de los líderes de este país. Alguien que estaba nadando entre los de abajo… compartiendo sus problemas y arrimando esperanza y empatía a los que no se sentían ganadores en una sociedad que no les guardaba un sitio.
Puede que funcione… me dije… Seguiré observándole… Seguiré mirando más de cerca a ese peculiar hombre que no usa corbata, ni tiene una especial preocupación por su aspecto, y al partido que representa.
Y ahí llegó el problema. Quizá debí no mirar más, y quedarme con el buen sabor de boca que te deja la esperanza.
No tardé en darme cuenta que ese señor y su entorno, no eran más que un fraude con otro nombre, que aprovechando la desesperanza de aquellos a los que engatusó buscaba su sitio y la de unos pocos  con los que compartían sus planes.
Yo me di cuenta hace mucho tiempo de quién era y qué buscaba, pero afortunadamente en mi vida no tengo la necesidad de vivir de la esperanza, como aquellos a los que enredó para que lo apoyaran y le dieran el impulso suficiente para posicionarlo en uno de los lugares más altos de la clase política.
Ahora ya no está a gusto en la humildad de una vivienda ordinaria tal como predicaba…  Ahora quiere más como tantos otros.
Espero que no lo olviden los que lo votaron…  que abran los ojos, aunque les cueste, y se den cuenta que la esperanza es un sueño… Aunque sea muy doloroso… No se puede vivir de los sueños.

sábado, 14 de abril de 2018


De pronto se apaga todo… Las palabras… Las máquinas… Los recuerdos… Hasta el sonido ambiente llega a silenciarse. Es entonces cuando surge ella… de entre el vacío que deja el insonoro sonido de la nada. Y exultante se derrama por dentro de ti tomando tu confuso corazón… alojándose en él… como una amante alocada pero embriagadora… poniendo todo tu mundo patas arriba … apoderándose de tu rumbo y haciéndote perder el control durante el tiempo que decida.
Ahora eres un títere en su mano. Cautivo de sus ojos verdes y profundos, no existe ya tu criterio. Ni tan siquiera una opinión eres capaz de exclamar… y mucho menos plasmar una sola palabra en esa hoja en blanco que tienes delante, que no sea dictada por ella… con esa sensual voz que parece partir del más placentero de tus sueños.
Asúmelo… Tu corazón tiene un nuevo dueño durante los próximos minutos, horas… o en definitiva, el tiempo que ella decida quedarse y acaparar toda tu mente… todo tu ser.
Aprovecha esos momentos… mientras quiera acompañarte, susurrándote al oído. Porque juntos podéis hacer grandes cosas. Con tu voluntad anulada y su fluido dictado, podréis dar vida a tantos sentimientos a partir la prosa que te dicte… que os ahogaréis en ellos hasta la extenuación… y si le gustas, y juegas bien tus cartas, quizá se quede largo tiempo, siendo el calor que precisas en un invierno frío… y hasta puede que te arranque versos en primavera.
Pero un día, tras la apoteosis de una despedida que nuca se borrará de tu recuerdo, se disipara de entre tus manos para auxiliar a otro escritor  necesitado de su magia.
Es una dama caprichosa… acostumbrada  a hacer su voluntad… LA INSPIRACION.