domingo, 24 de enero de 2021

Aquella Familia Virtual

Últimamente tengo algo más de tiempo para navegar por las redes sociales. Al hacerlo me llevo gratas sorpresas. Entre ellas me reencuentro con amigos que siempre tuve, y digamos que los tenía dejados, que no olvidados. Porque ciertamente, a pesar que de muchos de ellos no conozco sus rostros, y firmaban con nombre ficticio o anónimo,  sigo reconociendo su alma en lo que escriben y el cariño que me profesan.

Cada vez que tengo un rato, leo sus blogs y entro en el grupo que se creó cuando un triste día nos cerraron aquel espacio que antaño compartíamos. Es curioso... A pesar que las redes sociales son un instrumento que debiera propiciar el que nos encontremos y compartamos, están muy lejos de igualar a ese grupo que éramos entonces.

Después de aquella ruptura... algunos nos fuimos reconociendo en otros grupos... en otras redes. Y otros... simplemente desaparecieron aquel triste día para siempre.

También pienso que pudiera ser porque ya estamos tan saturados de todo... y estamos viviendo tantos y tan continuos cambios en nuestras vidas, que ya apenas nos queda tiempo para soñar... Soñar tal como lo hacíamos en aquel entonces.

Cada vez que publicábamos un post esperábamos ansiosos los comentarios del resto del grupo... La mayoría opinaban, se prodigaban en sus palabras, y cuando no lo hacían... si se mostraban en desacuerdo con lo escrito... eran sinceros , no crueles.

Me semeja vuestro recuerdo... el de los que seguís y los que desaparecieron de aquel entrañable mundo virtual, a esa gran familia numerosa que se reunía cada día para almorzar y compartir... Porque nosotros éramos esa familia. Con opiniones muy diferentes... Ideas políticas antagónicas en algún caso; pero jamás... a pesar de que por entonces éramos todos prácticamente anónimos... no estuvimos ni tan siquiera tentados de perdernos el respeto.

Gracias porque seguís ahí... En mí tendréis siempre a un amigo... Casi a un hermano...